Quedan pocos sectores tradicionales que no hayan
sido ya invadidos por las nuevas tecnologías, pero no como un nuevo
ludismo, sino para renovar sus estructuras de gestión y venta, con la búsqueda de una mayor eficiencia
como reto. En algunos casos, el paso de lo analógico a lo digital no es
posible al cien por cien, precisamente porque existen barreras físicas
insalvables, como la del propio producto o los servicios in situ,
pero en la mayoría de los casos las nuevas herramientas han potenciado
en plazos muy cortos, en términos de calidad y facturación, sectores económicos anclados en el siglo pasado.
Es el caso de los taxis, otro servicio universal, las apps están
reinventando el sector desde el punto de vista empresarial y social.
Las nuevas aplicaciones están mutando por completo la gestión del medio
de transporte, basado desde siempre en las crueles reglas de la calle -el factor suerte, la jerarquía de las paradas- y en la intermediación de empresas de radio-teléfono.
No obstante, quizás el cambio más importante tiene que ver con los
aspectos sociales. Si atendemos a los estudios de consumo y a la
penetración de este tipo de apps en otras capitales como Londres,
Berlín, Dublín o Toronto, quizás pronto deje de ser habitual alzar la
mano para pedir un taxi en plena calle.
Desde hace tres años, varias startups localizadas
en Europa y EEUU trabajan en distintas aplicaciones especializadas en
el mundo del taxi. Conscientes del valor de este abundante nicho, la
mayoría han preferido desembarcar primero en grandes capitales del
mundo, para hacerse con el negocio desde arriba. En Nueva York, por
ejemplo, la patronal de los taxistas, la Comisión de Taxis y Limusinas (TLC), que ya había ejercido presión para impedir la expansión de la app alemana Mytaxi en la capital, liberalizó en diciembre del año pasado el uso de aplicaciones en
un radio de 800 metros en el epicentro de Manhattan y de 2,4 kilómetros
en el resto de la ciudad, y desde febrero funciona en fase experimental
su propia app.
Las app son el futuro. Las emisoras tradiciones con esas cuotas absurdas de 70€/mes con esas 20 firmas absurdas, cambia taximetro al que ellos quieren cambia capilla pon impresira. Una polla, a mi me viene de perlas estas app gratis coste cero si curro way sino no pago nada
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